El Victoria de Cavite, un acorazado retrofuturista
El retrofuturismo es un movimiento artístico basado en la creación de mundos visuales basados en las imágenes futuristas de las sociedades pasadas. Partiendo de las visiones del futuro de autores como H.G. Wells o Julio Verne, o de colecciones de imágenes de fines del siglo XIX como En l’An 2000 de Jean Marc Côté y otros dibujantes de la época, lo retrofuturista crea un universo ucrónico desde el punto de vista visual, recreando realidades con mimbres de tecnologías de otro tiempo. De ahí los universos steampunk, o dieselpunk que proliferan en videojuegos, películas o ilustraciones en general.
Un torpedero volador, en una batalla futurista de la serie En l'An 2000, de 1889 | |
Un dirigible (o barco volador) de la serie En l'An 2000 |
Nuestro recortable de hoy, el acorazado Victoria de Cavite, es claramente ucrónico, ya que para las armas españolas la de Cavite fue cualquier cosa menos una victoria (obviamente, la batalla de Cavite a la que nos referimos es la de la guerra hispano-norteamericana de 1898, no confundamos esta batalla con la del Puerto de Cavite, de 1647, que esa sí la vencieron las armas españolas). En unos años treinta con un imperio renovado y sin guerra civil, el Victoria de Cavite es punta de lanza del fortalecido poder aeronaval español. Se trata de un acorazado volador, sustentado por dos dirigibles, que cuenta entre sus armas con dos terribles cañones de 200 mm y con un autogiro que actúa como enlace, centinela y torpedero. El Victoria de Cavite, como cabeza de una serie de veinte acorazados aéreos, complementados por una importante fuerza submarina de cincuenta unidades basadas en el submarino Peral, fueron la necesaria fuerza militar que permitieron la recuperación de Florida por España y la conquista de Hawaii, luego devuelta a sus legítimos soberanos y al pueblo hawaiano, para liberarlos del yugo norteamericano. Los acorazados voladores fueron una herramienta fundamental para contener y mantener dentro de sus fronteras a los agresores estadounidenses a lo largo de ese ucrónico siglo XX.
Nuestro acorazado es básicamente el Alfonso XIII publicado en los años veinte del siglo pasado por la Editorial Hernando, que ya ha sido objeto de un post en este blog. El buque no se ha montado con todos sus elementos (como los dos mástiles trípodes, o la segunda estructura del puente) para permitir añadirle dos dirigibles, que se han hecho con partes del que publicó en 1910 la casa Pellerin & Cie. en su serie Moyennes Constructions (nº 920): Le Zeppelin. Ballon dirigeable militaire allemand.
El acorazado Alfonso XIII, publicado en los años 20 por la Editorial Hernando, de Madrid |
El Zeppelin que publicó en 1910 Pellerin & Cie., de Èpinal |
La torre principal se ha hecho con una de las torres del acorazado Hernán Cortés, número 5 de la serie Construcciones Pepi, de la Editorial Roma, publicada en los años ¿40?, y los terribles cañones principales que van en esta torre, con un par de trocitos de papel pintados con acuarela y enrollados sobre sí mismos.
El Hernan Cortés de Construcciones Pepi |
El Victoria de Cavite lleva un autogiro La Cierva. Esta lámina es la que hice para el post del Dédalo, con escarapelas republicanas, eso sí. |
Este era más o menos el resultado que quería conseguir ... |
Y unas fotos del resultado de nuestro acorazado volador ya montado...
Espero que lo disfrutéis si habéis decidido montarlo (o componer otro similar con estas, u otras piezas, claro... lo interesante de estas quimeras es que los resultados pueden ser muy diferentes unos de otros, y nos dan via libre a la creatividad).
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