La Escuadra del Pacífico de Méndez Núñez: los barcos con honra de la armada Isabelina

A principios del siglo XIX, la Real Armada española era la segunda fuerza naval más potente del mundo, por detrás de la británica y casi pareja a la armada de la Francia revolucionaria. El desastre de Trafalgar, la posterior guerra contra los franceses y la falta de preocupación por los asuntos navales del infausto Fernando VII hicieron que la armada prácticamente desapareciera, lo que facilitó que las posesiones americanas se fueran independizando y que la influencia internacional de España llegara a ser prácticamente  nula a lo largo de toda la centuria.

Sin embargo, no mucho tiempo después, a lo largo del complicado reinado de Isabel II, conscientes de la necesidad de construir una armada poderosa para poder optar a retener los territorios remanentes del imperio ultramarino, los gobiernos españoles fueron (cierto que casi siempre a empujones) poniendo las bases para la reconstrucción de una moderna fuerza naval. Producto de este interés fue la incorporación de las nuevas tecnologías que se iban integrando: el uso del vapor, primero mediante vapores de ruedas y luego mediante corbetas y fragatas de hélice, la incorporación a la armada de fragatas blindadas tan pronto como dos años después de que entrara en servicio la primera de ellas en la armada francesa (la Glorie, en 1860), el desarrollo de nuevos tipos de buques (como el Destructor, diseñado por Fernando Villaamil; o el submarino torpedero ideado por Isaac Peral), o el desarrollo de innovadores sistemas de artillería y su aplicación a los buques de la armada (sistema González Hontoria).

A mediados del siglo XIX la armada española estaba de vuelta, con un número de buques suficientes para contribuir al mantenimiento de las posesiones del Caribe, el Pacífico y el golfo de Guinea, y en este contexto se desarrolla la campaña que convirtió al Brigadier Casto Méndez Núñez en uno de los más afamados marinos españoles. La campaña en cuestión se conoce en España como Guerra del Pacífico, en Chile y Perú como Guerra contra España (para diferenciarla de la otra Guerra del Pacífico que tuvieron poco después entre ellos) y, en otros contextos, como Guerra hispano-sudamericana.  

Fotografía a la albúmina del Brigadier Casto Méndez Núñez, comandante de la Escuadra del Pacífico.

La guerra en sí, que comenzó por unos absurdos conflictos de intereses que no eran tales, en un claro ejemplo de lo que se ha dado en llamar diplomacia de los cañoneros, deparó finalmente el enfrentamiento entre países hermanos con acciones bélicas limitadas que se desarrollaron fundamentalmente en aguas chilenas y peruanas en las que la pugna por el dominio del mar fue ganada por la escuadra española. Este dominio tuvo como consecuencia el bombardeo de los puertos de Valparaíso y El Callao por la escuadra española tras el abandono del mar por la escuadra combinada chileno-peruana, ciertamente muy inferior a la escuadra de Méndez Núñez, que se vio obligada a refugiarse en las protegidas aguas del archipiélago de Chiloé. El resultado más destacable fue la destrucción de la flota mercante chilena y la pérdida de recursos económicos de Chile y Perú por el ataque a su comercio marítimo y la ocupación temporal española de las islas Chincha, principal fuente de guano del Perú en aquellos años.

Si bien la conocida como Escuadra del Pacífico tuvo como origen la Comisión Científica del Pacífico, una expedición científica de la que formaron parte las fragatas de hélice Resolución y Triunfo  y la corbeta de hélice Vencedora, reforzadas por la goleta Virgen de Covadonga (procedente de la Estación Naval del Río de la Plata), las complicaciones posteriores y la pérdida de la Triunfo por un incendio fortuito, hicieron que esta flotilla se reforzara con las fragatas Blanca, Berenguela y Villa de Madrid, y posteriormente con la fragata blindada Numancia, acompañada por el vapor Marqués de la Victoria como apoyo logístico. Un último buque de guerra reforzó la escuadra en los momentos previos al ataque al puerto peruano de El Callao: la fragata Almansa, por lo que la escuadra, en su máximo número de efectivos, quedó compuesta por un total de 6 fragatas (una de ellas blindada), una corbeta, cuatro vapores auxiliares (el mencionado Marqués de la Victoria, los buques chilenos capturados Matías Cousiño y Paquete del Maule, y el vapor comprado en Panamá por medio del cónsul francés Uncle Sam) y varias embarcaciones auxiliares de vela, algunas de ellas fletadas y otras obtenidas como presas de guerra.

Escuadras y principales buques de la Armada Española en época de Isabel II

En esta entrada, nos dedicaremos a los buques con mayor valor militar de la Escuadra del Pacífico: las fragatas y la corbeta. Dejaremos para otra ocasión los transportes de vela y de vapor. La lámina es muy esquemática, incluyendo tan sólo los cascos, cubiertas y chimeneas de los diferentes buques. Los mástiles, los dejo al gusto del consumidor. En mi caso los he querido hacer de cartulina, pero pueden encontrarse distintos materiales para construir la arboladura de los distintos buques.

La escuadra en el astillero: 

Las fragatas, en distinto estado de construcción, con algo más de detalle:

La lámina puede imprimirse en el tamaño que se desée, pero está pensada para reproducirse en un A4.

Veamos ahora alguno de los buques... 

Comenzamos con la fragata acorazada Numancia, buque insignia de la Escuadra del Pacífico y primer buque blindado en dar la vuelta al mundo ...

La fragata de primera clase Almansa, la última en llegar al teatro de operaciones, pero a tiempo para participar en la acción de El Callao, en la que fué la unidad más castigada sufriendo un peligroso incendio, pero no era día para mojar la pólvora:

La pequeña corbeta Vencedora, con sólo tres cañones en colisa, cumplía el papel de aviso en la escuadra:

La fragata de segunda clase Resolución, de la misma clase que la malograda Triunfo:

La fragata de primera clase Villa de Madrid, compañera de la Blanca en la primera expedición a Chiloé:

El Combate de Abtao, en la Primera Expedición a Chiloé, según Javier de Santiago y Hoppe
 
Las dos fragatas de tercera clase, hermanas aunque no idénticas Blanca y Berenguela, esta última el primer barco de guerra español que cruzó el Canal de Suez:

 Y una foto de familia, con los buques de guerra de la Escuadra del Pacífico al completo. Dejamos para otra ocasión los buques auxiliares, a vela y a vapor...

Por último, la lámina. Espero que la disfrutéis


 






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